
De pronto la sangre se me sube a la cabeza, y al corazón y a la punta de las uñas de mis patas. Y siento cada latido más fuerte, y me surgen las intenciones y los porqués y los quizás. De pronto veo todo rojo con rubores rosas, y los olores me parecen más penetrantes, las miradas más punzantes, los ladridos más desesperados...
De pronto me despierto con un gran suspiro, y me veo pegada a la reja mirando pasar sombras sin forma, pies, manos, patas, narices... hasta que una de ellas se eleva, vuela y entra en mi como una ráfaga de viento... y me apuñala y soy feliz. Pero luego abro los ojos y la figura pasó ante la reja sin decir nada. Y me quedo mirando, esperando que otra bocanada de aire me vuelva a levantar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario