
Mi primo Simba es extranjero. Técnicamente no es primo mío, porque mi mamá está perdida por ahí en algún cerro de Lampa y si se ha cruzado con toro animal, seguro es un zorro o algo así.
Simba es hijo putativo de un primo de mi familia... y es extranjero. Chino, para ser precisos. Al pobre se lo trajeron por exótico (vamos... raro, seamos francos) y resulta que acá anda muerto de calor, todos lo miran raro, no escucha y no ve bien por culpa de los rollos que tiene.
Encima no se las entiende bien con el idioma... hace una especie de GGGGGGGGGOOOOOOO en vez del tradicional GUAU... o WOW o GRAU. Y no hay caso con que aprenda a ladrar en español.
Un detalle es que tiene un hocico enorme, y cuando toma agua le tienen que dar en objetos más amplios. Y luego se babea entero. Pero aunque esté lleno de babas la gente lo quiere y lo busca, y el se deja querer. Porque si algo tiene Simba es que es re dulce... no ha faltado el que le ha hecho el chiste de "ven acá perro desgraciado" pero dicho en tono dulzón, y el pobre Simba va alla corriendo con sus babas.
Pero se ha ganado su espacio y la vida de campo le sienta bien.